La Cofradía de Nuestro Padre Genarín, dentro de los actos por el 90 aniversario del mortal atropello del pellejero, insiste en evocar la trascendental figura del santo orujado a través de las muchas artes que han cultivado sus devotos. El cine, séptimo arte, también ha abrazado la fe genariana, magistralmente plasmada en la película ‘Bendito Canalla, la verdadera historia de Genarín’ que jueves y viernes, 6 y 7 de junio, se proyectará en el salón de actos del Instituto Juan del Enzina, acompañada por un cineforum y un coloquio en el que participarán miembros del rodaje, cofrades y todo el que quiera.
El film, escrito y dirigido por Nacho Chueca y producido por Asunción Blanco, se estrenó en el Festival de Cine de Gijón de 2009 y cuenta con buenas críticas y con buena acogida en la taquilla. Más de 60 leoneses participaron en el rodaje, que además de en la capital, también se rodó en Gordoncillo.
El Abad de la Cofradía, Maximino Barthe, no duda en que la cinta «es y será una película de culto, por la manera de tratar la historia, con una idea que solo se le puede ocurrir a alguien genial». Barthe recuerda que la película mezcla la cultura japonesa y la historia del pellejero, «lo que demuestra que el Entiero de Genarín traspasa fronteras».
La proyección comenzará a las 19:30 horas y el precio de las entradas será de 6 euros, 10 euros con una copia en DVD de la película.
Sinopsis
En el comer, en el orar y en el follar todo es empezar… Ante esta escatológica sentencia, se esconde toda una filosofía de vida: La de Genaro Blanco, un personaje del León de los años 20, homeless bebedor y putero, que murió mientras se aliviaba borracho de un apretón repentino, atropellado en la noche de un Jueves Santo de 1929 por el primer camión de basura que hubo en León. Desde entonces, cada Jueves Santo se le recuerda en una hetedoroxa procesión (¿alguna no lo es..?) por las calles de León. Bendito Canalla, la Verdadera Historia de Genarín, un filón inagotable lleno de contenidos irreverentes, extravagantes, irónicos y grotescos que forman parte del catálogo de usos y costumbres de la picaresca española. Dice alguien en la película: “..Nada mejor que el orujo tormentoso, artillero y bestia para hablar de tú a los Dioses. ¡Que hay que empezar a hablarles de tú..!”