El peso de una botella de agua de 1 litro es lo que ha apartado a Lydia Valentín de su quinto oro en Batumi. La haltera berciana se quedó a un kilo de rememorar su título europeo y puso fin a un dominio europeo que duraba desde el 2013.
La de Camponaraya, que en su primera ronda, la de arrancada, consiguió el oro al levantar 108 kilogramos, no pudo pasar de la segunda plaza en dos tiempos. En esta modalidad, consiguió alzar 133 kilos aunque no fueron suficientes para superar a la la bielorrusa Darya Naumava que con (106+136), obtuvo el dorado metal en la prueba.
Con este resultado la altleta berciana no consigue revalidar su título europeo pero suma la fabulosa cifra de once metales a nivel continental: cuatro oros (2014, 2015, 2017, 2018), cuatro platas (2008, 2012, 2013, 2019) y tres bronces (2007, 2009, 2011).
Prueba accidentada
La otra cara de la jornada de competición fueron las lesiones. La alemana Tabea Tabel y la ucraniana Iryna Dekha no pudieron iniciar la competición y la francesa Gaelle Nayo Ketchanke, que a la postre acabaría consiguiendo el bronce en arrancada, tuvo que abandonar la sala en camilla después de que en su tercer levantamiento -con 107 kilos- acaba trastabillada y arrastrada por la mancuerna. Los gritos de dolor retumbaron en la sala. La medalla de plata sería para la bielorrusa Darya Naumava, que se quedaría como principal oponente para el segundo acto.