Jesús Calleja y su amigo Yesbil iban con la bici por el monte de León, cerca de la AP-66, cuando se toparon con seis focos de incendio recientes.
Lejos de alejarse de la zona por su peligrosidad, decidieron bajarse de las bicicletas y arrimar el hombro. Gracias a la actuación del aventurero Jesús Calleja y su amigo, los incendios cesaron. Inmediatamente comenzaron a apagar las llamas que afectaban al monte de León y evitar un desastre mayor.
Ante este suceso el leonés Jesús Calleja dedicó unas duras palabras a estos actos: «Piromanos sois de los seres más despreciables!»