Un cirujano del Hospital Universitario de Badajoz ha publicado en Facebook el caso reciente de uno de sus pacientes que se quejó de las condiciones del postoperatorio tras ser intervenido de urgencia por la rotura de un aneurisma abdominal, una situación en la que el riesgo de morir es muy alto si no se opera «inmediatamente», explica.
Ángel Martínez Monsalve, que así se llama el especialista, cuenta que el paciente ingresó en el centro hospitalario en helicóptero y con todo el personal de urgencias del servicio de angiología y cirugía vascular preparado, que consistía en «dos cirujanos vasculares, dos anestesistas, dos enfermeras, un auxiliar y un celador».
Asimismo, detalla que se utilizó para el afectado una prótesis «de alta tecnología» valorada en 21.000 euros, material médico que supera el medio millón de euros, además de ser necesarios 21 turnos de enfermería y un cirujano pendiente las 24 horas durante los siete días que estuvo hospitalizado.
El cirujano relata que cuando el paciente fue dado de alta, este dio las gracias al personal pero calificó como «vergonzoso» tener que «compartir habitación con otros enfermos», tras lo que el especialista que le había operado decidió no contestarle porque «no merece la pena». Además, Martínez reflexiona sobre el estado de la sanidad pública tras lo ocurrido: «El principal problema no lo tiene la sanidad, lo tenemos nosotros. Nos la vamos a cargar por ignorantes. Es lo que hay. El tiempo nos pondrá en nuestro lugar».
En declaraciones a Europa Press, Martínez Monsalve asegura que ha recibido el apoyo de sus compañeros «a todos los niveles y masivo» e incluso de profesionales de otros hospitales: «Lo que yo expongo lo pensamos la gran mayoría, pero parece que hay miedo a llamar las cosas por su nombre en un momento en el que todo ofende y llamar ignorante a alguien parece una barbaridad, pues no, las cosas son como son».
El cirujano también destaca el «impresionante» apoyo de los ciudadanos en Facebook (más de 40.000 reacciones y cerca de 10.000 comentarios en su publicación) que dice, le ha reconfortado «muchísimo».
El profesional admite que la sanidad española es «mejorable» y que tiene «muchísimos puntos negros» pero a la vez quiere mandar un mensaje «claro» a la sociedad.
«Es un privilegio incalculable y la estamos minando con este tipo de actitudes. Entre todos pagamos y mantenemos un diamante y a veces solo miramos el envoltorio (habitaciones compartidas, WiFi en las plantas…), vamos a ver todo en perspectiva y valorarlo o cuando lo perdamos porque no sea sostenible, nos acordaremos».