Al igual que el año 2018 donde se alcanzaron los objetivos marcados, la Guardia Civil y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, procederán en todo el territorio de la Comunidad Autónoma, a realizar servicios de vigilancia e inspección en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias susceptibles de utilizar combustible no autorizado en calderas de calefacción o industriales.
Los residuos más utilizados son restos de biomasa tratada, plásticos y restos de otras sustancias utilizadas la agricultura y la automoción.
La incineración de los residuos en estos dispositivos está prohibida por la normativa en materia de residuos motivado en que las incineraciones en estas calderas no diseñadas a este fin, provocan emisiones contaminantes importantes con posibles repercusiones sobre la salud de las personas y el medio ambiente.
Para ello, del 21 de enero al 28 de febrero se llevará cabo una campaña de intensificación de los servicios orientados al desarrollo de la presente Operación.
Se recuerda que los objetivos de esta campaña son:
• Controlar el combustible utilizado en instalaciones de combustión pequeñas situadas en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias.
• Concienciar a los operadores en relación a la peligrosidad de la realización de estas operaciones para la salud pública y el medio ambiente derivado de las emisiones contaminantes que generan.
• Localizar gestores de residuos que realizan operaciones inadecuadas.
• Mejorar la calidad del aire en la Comunidad y especialmente en municipios de tamaño pequeño donde es previsible que esta práctica está más generalizada.
El ámbito territorial abarca todas las provincias de Castilla y León si bien, será especialmente intensa en comarcas donde hay industria de la fabricación de muebles y otros derivados de la madera natural.