Frank Cuesta vuelve a revolucionar la televisión. La fiesta de los toros es una de las más populares de nuestro país. Atrae a millones de personas al año y es un negocio que, en palabras de Frank Cuesta, «da mucho dinero«. Sin embargo, el precio que hay que pagar por eso es la vida de un animal, lo que posiciona a la tauromaquia en una situación controvertida y que divide a la población en dos: los que ven una tradición y los que ven un crimen.
Para poder comprender todas las aristas del fenómeno, Frank Cuesta dedicó la última entrega de ‘Wild Frank’ a este universo, en un programa en colaboración con DMAX y Molinos de papel, en el que el espectador pudo conocer la verdad del mundo del toro, «sin filtros, mentiras y sin esconder nada».
Frank Cuesta ha cargado con dureza durante años contra el mundo de los toros. Ha grabado cuatro programas dedicados a este universo y alguna de sus posturas más radicales se han suavizado, también ha rebajado la intensidad de su discurso.
“Soy antitaurino, pero los toreros o los ganaderos no son asesinos”, señaló en la presentación del programa.
También ha cambiado su postura frente a los aficionados: “No son unos sádicos que disfrutan con la muerte del toro”.