El Tribunal de Cagliari (Italia) celebrará este jueves la vista definitiva del proceso para decidir sobre la custodia de los hijos de Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) condenada a cinco años de prisión por sustracción de menores, la cual solicitará que le concedan la custodia a ella y que los menores residan a su lado en España.
Rivas apareció en el tribunal a las 12.00 horas locales (10.00 GMT) para participar en esta vista, la última de un proceso que comenzó en noviembre de 2017. Rivas afirmó que se encontraba «bien» y «con ánimo» y dijo que no perdía la esperanza de que el juez que lleva este proceso le conceda la custodia exclusiva de los niños. Su expareja, Arcuri, llegó al tribunal una hora antes y no hizo declaraciones.
En la vista se examinará la pericial solicitada por el juzgado sobre la situación de los menores y la relación con los progenitores tras las entrevistas que se realizaron con todos ellos meses atrás, según ha relatado la letrada de Rivas en Italia, María Eugenia Álvarez.
La abogada ha explicado que solicitarán la custodia en exclusiva en España o, en todo caso, la compartida con un régimen de visitas que se desarrollaría en este país alegando los supuestos «episodios de violencia» de los que Juana acusa a su expareja. Las mismas fuentes explican que no están llamados a comparecer, pero la previsión es que asistan. El italiano Francesco Arcuri, que convive con los niños en Italia, también pedirá la custodia exclusiva de los niños y que el régimen de visitas se desarrolle allí, según han precisado fuentes de su defensa.
Juana Rivas se trasladó el pasado agosto a Cerdeña para pasar los días de vacaciones con sus hijos que le concedió el Tribunal de Cagliari y ha decidido permanecer en la isla hasta que se celebrara la vista de este jueves. El Juzgado de lo Penal 1 de Granada le ha autorizado a recoger cuando regrese en octubre la sentencia que le condena por sustracción de menores a cinco años de prisión y seis de inhabilitación para ejercer la patria potestad sobre los niños, de doce y cuatro años; así como a indemnizar a Francesco Arcuri en 30.000 euros.
Todo ello después de que Juana Rivas permaneciera con los niños casi un mes en paradero desconocido en verano del año pasado, incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregárselos al padre para que regresaran con él a Italia, donde tenían fijada su residencia y estaban escolarizados.