El humorista siempre lo ha negado, pero su expareja, Darío, tomó medidas legales contra él por un comportamiento presuntamente violento. Ahora, Ángel Garó concursa en ‘Gran Hermano VIP’ y tendrá que salir unas horas del reality para acudir a la vista.
El Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga tiene previsto juzgar el próximo miércoles día 26 al humorista Ángel Garó por un delito de violencia doméstica en relación con un altercado con su entonces pareja, que resultó lesionada. La Fiscalía pide para el acusado nueve meses de prisión y la prohibición de acercarse a la víctima.
Los hechos sucedieron en mayo de 2017 en el domicilio en el que Garó, que actualmente está concursando en el reality GH VIP, y el que era su pareja entonces desde hacía un año y medio compartían en Málaga capital, según consta en el escrito de conclusiones provisionales de la acusación pública.
Según el fiscal, el acusado había increpado a su compañero sentimental en varias ocasiones a lo largo de la noche, por lo que éste decidió finalmente marcharse de la casa, «a lo que el acusado se negó, asiéndole por la mano izquierda», señala el escrito de acusación.
La víctima pudo zafarse y comenzó a bajar las escalera, momento en el que fue «interceptado por el acusado, entablándose un forcejeo entre ambos en el curso del cual el otro cayó por las escaleras», dice la acusación. Quedó tendido en el suelo, aunque pudo levantarse y salir, tras recuperar su móvil que había cogido el procesado.
A consecuencia de estos hechos, sufrió policontusiones y un esguince de tobillo; lesiones por las que tuvo que recibir tratamiento médico y de las que tardó en curar 30 días, estando 21 de ellos impedido para sus ocupaciones habituales. El perjudicado ha renunciado a las indemnizaciones que pudieran corresponderle.
Para el fiscal, los hechos constituyen un delito de violencia doméstica, del que acusa al artista, para el que pide inicialmente una condena de nueve meses de prisión, privación del derecho a tener armas durante dos años y la medida de alejamiento de 100 metros o de comunicación con su expareja también durante dos años.
Según han informado fuentes judiciales, hasta el pasado viernes no se había presentado escrito alguno en el juzgado respecto a la no celebración del juicio, en el que el acusado tiene que estar presente, según han manifestado las fuentes.