Una menor desvela a unos vecinos el crimen que habían cometido sus padres.
Según señalan fuentes cercanas, la menor confesó que sus padres habían asfixiado a un perro. Parece ser que habían adoptado al perro. Pero hace tres meses lo habían matado y dejado en la cocina de domicilio familiar.
Tras las declaraciones de la menor, los vecinos llaman a la Guardia Civil. Una vez allí, los agentes han descubierto que el cadáver del perro en la cocina de la vivienda. Efectivamente, llevaba tres meses muerto. El perro era mestizo, de tamaño medio.
El SEPRONA se se ha hecho cargo de la investigación. Y, será la necropsia realizada la que determine la causa exacta de la muerte del animal. Posteriormente, se realizarán las diligencias oportunas.
Por el momento, los padres han perdido la custodia de la menor. En un primer momento, se está haciendo cargo una vecina de la tutela. Al menos, hasta que la Fiscalía de Menores tome una decisión definitiva sobre su tutela.