Ricardo Morandi, el ingeniero italiano que diseñó el puente de Génova que colapsó y mató a decenas de personas, advirtió hace cuatro décadas que la obra requeriría un mantenimiento constante para eliminar el óxido, dados los efectos de la corrosión del aire marino y la contaminación en el concreto.
La televisión estatal de la RAI emitió el domingo extractos del informe que el difunto ingeniero Riccardo Morandi escribió en 1979, 12 años después de que el puente que lleva su nombre fuera inaugurado en Génova. The Associated Press descargó el informe en inglés de un portal de noticias de ingeniería.
En el momento de escribir su escrito, Morandi dijo que ya existía una «pérdida bien conocida de la resistencia química superficial del hormigón» debido al aire marino y a la contaminación de una planta siderúrgica cercana.
Dijo que eligió escribir sobre ello porque la degradación representaba una «perplejidad» particular, dada la «agresividad» de la corrosión que no se veía en estructuras similares en diferentes ambientes.
Morandi reafirmó que el diseño del puente de hormigón armado que utilizó era suficientemente sólido, pero advirtió: «Tarde o temprano, quizás dentro de unos años, será necesario recurrir a un tratamiento que consiste en eliminar todo rastro de óxido en la exposición de los refuerzos, para rellenar los parches».