Los dueños de un restaurante de Avilés guardaban una bolsa con dinero en la cocina para pagar a los proveedores. Ante la tentación que tenía que sufrir todos los días la cocinera, este lunes se decidió por robar la bolsa con el dinero.
Pensó que nadie se daría cuenta, pero se equivocó. La dueña del establecimiento fue a por el dinero y se percató de su ausencia. Preguntó a la cocinera por su paradero y ésta le respondió que la acababa de ver hace poco en ese mismo sitio, por lo que pensaron que su marido se la había llevado, pero resultó no ser así.
Los dueños llamaron a la Policía, que procedió a registrar el restaurante. Hallaron parte del botín, que en total sumaba unos siete mil euros, en el cubo higiénico para compresas que hay en el baño de las empleadas.
Esta «pista» permitió estrechar el cerco sobre las mujeres de la plantilla que fueron registradas por una agente femenina. A la ratera acabó delatándole su avaricia: en vez de haber soltado todo el lastre en el baño y para evitar verse incriminada, se guardó en su ropa interior más de la mitad del botín. Al verse pillada, se hundió y confesó. La cocinera fue denunciada y detenida.