El BBVA se ceba con España.
El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, ya anunció hace 2 años que «a la red en España le sobraban 2.800 oficinas». También afirmó que «no tenía sentido mantener una red de 3.800 sucursales en España» y que «a largo plazo quedarían en 1.000 oficinas».
El consejero defiende la estrategia del BBVA basada en la tecnología, argumentando que cada vez se va menos a la oficina, aumentando exponencialmente las operaciones bancarias a través de internet. De este modo, el ahorro de costes ha sido tal que en el mes de marzo han anotado el mayor beneficio desde el año 2.015.
El resultado de «esta nueva estrategia» de cierre de oficinas, para mayor beneficio de la entidad bancaria, es el despido de más de 3.000 trabajadores en 2.017, despidos que irán aumentando progresivamente a la par que se cierren más sucursales.
En cuanto al número de oficinas y despidos, España se lleva con creces la peor parte. En total, el 73% del cierre de oficinas se produjo en España, mientras que del total de despidos, el 29% se hizo en España, según las cifras publicadas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La evolución en España contrasta con la de México, donde se incrementa el número de oficinas año tras año.
De esta forma, la política del BBVA es centrarse en reducir más intensamente el gasto en España.