Supongo que nunca este presidenciable, designado por el simpático delincuente Puigdemont para dirigir los destinos políticos de Cataluña durante unos meses sin ocupar los despachos presidenciales, leerá estas líneas, por lo que constituyen un acto intelectualmente onanista, o sea una paja mental que me satisface moralmente.
El sujeto en cuestión
Se trata de un sujeto que, por ocultas razones que sólo pueden derivar de disfunciones conductuales, con posible correlato anatómico, desprecia todo lo español. Al menos, eso parece, porque podría ser que, listo él, como tantos otros de su banda, utilice la cuestión para seguir viviendo del cuento y a costa de todos los españoles a los que tanto desprecia. Es tal la mentira que atesora que, diciéndose pariente de Alain Delon, es más feo que Picio y de su rostro se derivan inquietantes interpretaciones sobre su personalidad. Incluso su estirpe padece el estigma de un alma negra que se asoma al borde del rostro.
Un títere del prófugo Puigdemont
En un discurso leído y medido para aumentar el grado de confrontación con la legalidad constitucional, Quim vino a demostrar hasta qué punto la política puede degradar al ser humano. Mantuvo, en la medida que no pidió perdón, sus insultos a todos los españoles, demostrando que su esencia ideológica es racista, supremacista, xenófoba y excluyente. Se ha prestado, además, a ser coyuntural, títere del simpático prófugo Puigdemont, para el que reclama en realidad la Presidencia.
La CUP, árbitro innoble y antisistema
Y la CUP, árbitro innoble y antisistema, permite la investidura de este candidato, de derechas y muy religioso (¿), completando el círculo de locura que impera en la política catalana. Lo que nació como un proceso para ocultar el latrocinio de la clase política supremacista, ha encontrado en este sectario Quim Torra el instrumento para continuar el desastre, la huida hacia adelante al margen del interés de los propios catalanes que ven como la sociedad catalana se empobrece, las empresas huyen y su deuda resulta ya impagable.
Quim, o Joaquín, ser inferior, ladrón de nuestra tierra
Como Españoles Leoneses, Quim, o Joaquín o como hostias te llames, te consideramos un ser inferior, detestable, ladrón en la medida que pretendes seguir viviendo del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) mientras a nuestra tierra se le roban todas las sinergias del progreso.
Serás Presidente, pero eres despreciable. Y feo, eres muy feo.