No es raro que M. Rajoy y el PP que preside marginen a León cada vez que tienen la mínima oportunidad en cada presupuesto nacional y autonómico. Lo que me parece extraño es que, si es cierto que ha estudiado de niño en un colegio de León, cuando va al Reino Unido diga que es allí donde se encuentra la cuna de la democracia mundial olvidando, por una parte, los conocimientos adquiridos en su infancia y que la UNESCO sitúa en León el nacimiento de la democracia con los «decreta» de 1188, mucho antes de la Carta Magna inglesa de 1213. Y más vergonzoso aún es el hecho de que tenga que ser un «programilla» de la «Secta», perdón, debe de ser el corrector, quería decir la Sexta, quien le corrija.
Y por fin hemos encontrado la razón de esta manía: su supuesto fracaso escolar en León, de lo que dan buena muestra las notas del colegio de los Jesuitas de nuestra ciudad, calificaciones que ya corren por las redes para desánimo de los estudiantes que, estos días, tienen que afrontar sus exámenes. Si estas calificaciones tiene algo de cierto, lo cual no podemos asegurar, no entenderíamos cómo un individuo con esas notas habría llegado a presidente del gobierno, hecho que no constituye aliciente alguno para nuestros estudiantes. ¿Qué le vamos a decir a nuestros hijos, que controlan perfectamente las redes sociales y que a buen seguro se han topado con esta noticia, si suspenden varias asignaturas?
Lo increíble es que, de ser ciertas estas calificaciones, sacara luego la plaza de Registrador de la Propiedad, oposiciones duras donde las haya. Algo pasó.
Está claro que tenemos mala suerte en León. Primero Zapatero, de aquí y tampoco buen estudiante, eso sí lo afirmamos, que elevó el declive de León (y de España) a límites insufribles, y ahora Rajoy, que nos tiene manía porque, también le suponemos «puesto» en el tema de las redes sociales, creerá que hemos sido los leoneses quienes hemos viralizado dicho documento, que de ser cierto (ojo, que lo dejamos ahí, que sea el lector el que decida sobre su veracidad) en León ha quedado la constancia documental de su incompetencia. Esperemos que fuera un posible bullying, lo cual agravaría la cuestión.
Su pasividad en el golpe en Cataluña, de donde es presidente desde ¿la aplicación del 155?, su vagancia infinita en la acción de gobierno…, se entienden. Su actitud con León, también. Perdona Rajoy, los jesuitas no sé si te examinaron entonces, pero lo hacemos ahora y estás suspendido otra vez.
Firmado: Concejal 666.