Albert Cavallé Ortín, el gigoló de 36 años acusado de estafar y robar al menos a diecisiete mujeres, ha sido detenido en Barcelona por los Mossos d’Esquadra. El hombre, que seducía a sus víctimas para quedarse con su dinero y pertenencias valiosas, ha quedado en libertad con cargos por orden judicial, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
El apuesto y simpático embaucador iniciaba una relación con mujeres de mediana edad a las que seleccionaba como víctimas vía red. Tras ponerse en contacto con ellas las engatusaba para, una vez ganada su confianza, pedirles dinero, joyas o hasta tarjetas de crédito o números de cuenta para que le pagaran deudas o prestaran objetos de gran valor.
Su canal para contactar con las víctimas eran las redes sociales y las páginas webs de citas. Se presentaba como un hombre afortunado, exitoso y adinerado a través de perfiles con nombres y apellidos distintos, entre ellos los de su verdadera identidad. Se hacía pasar por abogado, inversor en bolsa y hasta por el hijo del doctor Planas, un conocido cirujano plástico de Barcelona. Cuando era descubierto, Albert desaparecía.
El sargento de la Unidad de Investigación del Distrito del Eixample de los Mossos d’Esquadra, Ignasi Hortelano, ha afirmado que la detención se produjo ayer en Barcelona tras recibir una información anónima sobre la situación del presunto estafador. Cavallé acumulaba denuncias por hurto, estafa, apropiación indebida y coacción en Barcelona, Bayona y Pamplona, y estaba en busca y captura tras no presentarse a ninguna de las citaciones judiciales a las que se le había citado.
Los Mossos tienen constancia de 17 denuncias de mujeres a las que sedujo para estafarlas, la primera de ellas en 2013, aunque no descartan que, tras hacerse pública su detención, el número de denuncias se pueda incrementar.
En esta investigación han intervenido diferentes unidades de los Mossos d’Esquadra y por ello aún no se ha podido establecer el beneficio total que el presunto estafador habría obtenido. Según ha afirmado el sargento, ha sido relativamente “fácil” descubrir la identidad del detenido porque en la mayoría de los casos usaba su nombre y apellido real.
No obstante, Hortelano ha explicado que están estudiando con detenimiento la documentación que el detenido llevaba consigo en el momento de la detención, que se produjo ayer en la calle y que en todo momento fue “controlada”.