La Semana Santa de León se compone de 10 días que, según desde los ojos que lo miren, puede significar un acontecimiento religioso, cultural, tradicional, período vacacional o un sentimiento.
El pasado viernes 23 de marzo de dolores finalizaba la cuenta atrás y para comenzar esos 10 días que, para los ojos de un cofrade, significa que empieza LA SEMANA del año, una semana que sabe a limonada, huele a incienso, suena a cornetas y tambores pero sobretodo es sentimiento. Es esa época del año que esperan ansiosos, con ganas de vestir túnica y capillo o mantilla y tacones, la época de pedir vacaciones para venir a León a recorrer las calles más antiguas acompañados de hermanos (porque la Semana Santa une a sus integrantes como si fuesen una gran familia).
El amargo sabor de una Semana Santa leonesa sin pujar
Pero, ¿qué se siente cuando llegan estos ansiados días y no puedes vestir la túnica y capillo ni pujar porque estás enfermo, tienes algún problema físico que te lo impide, trabajas…?
Hay ocasiones en que sucede, y muchas personas que ante esta situación prefieren no estar en la ciudad para no sufrir, otras que lloran al igual que cuando llueve y la procesión debe cancelarse, otras que aunque arriesgando la salud hacen penitencia y salen igualmente y otros que cierran los ojos y empiezan la cuenta atrás deseando que pase rápido el año y que LA SEMANA vuelva a empezar para volver a andar las calles de León bajo ese sentimiento de pasión.
Para los Papones y Manolas de la Semana Santa de León: ¡Qué sea Enhorabuena!
Si eres una de esas personas que sienten y aman la Semana Santa Leonesa, y lo haces siendo partícipe con tu salida, tu puja o tu sencillo acompañamiento, escríbenos y cuéntanoslo en Redes Sociales o en prensa@digitaldeleon.es porque al finalizar la Semana Santa lo expondremos en este medio.