Según avanzan los días se siguen desvelando más detalles sobre la investigación del asesinato del pequeño Gabriel a manos de Ana Julia Quezada.
La dominicana participó en la búsqueda del menor durante doce días y fue detenida por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) cuando trasladaba el cadáver del niño en el maletero de su vehículo.
Según informa El Español, la prueba que sentenció a Quezada fue la camiseta de Gabriel que ella misma colocó y encontró cerca de una depuradora, a unos cuatro kilómetros del camino que separa la casa de su abuela materna hasta la casa de sus primos, y donde se creía había desaparecido el niño.
Pero además de para despistar a los agentes de la Benemérita, Ana Julia dejó allí la prenda para intentar inculpar de la desaparición a su ex pareja, Sergio, el hombre con la que había llegado hasta el Cabo de Gata cinco años antes y al que dejó para empezar con el padre de Gabriel, Ángel, hacía año y medio.
Una mente retorcida y rebosante de maldad que fue capaz de matar a un niño de ocho, esconder su cadáver, llorar con la familia durante más de diez días y colocar una camiseta a escasos kilómetros de la residencia de su ex, en un urbanización conocida como ‘Los Alemanes’, para poder inculparle.