El servicio de limpieza comenzaba con la recogida a primera hora de la mañana, tanto el contratado por la propia comisión, como la de el propio Ayuntamiento de León, despejando los rastros de la macroespicha.
La suciedad y el mal olor era palpable, donde todo el Campus de Vegazana se vio envuelto no solo de botellas y bolsas de plástico, sino también de pañuelos, paraguas rotos, condones,…