España fue uno de los primeros países de la Unión Europea en adoptar la Ley Antitabaco (Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco). En 2005, la ley entró en vigor, limitando el consumo de tabaco en lugares públicos, así como la venta y publicidad de productos relacionados.
Sin embargo, en la práctica, fumar en España no se considera un problema social grave, y el gobierno no aplica políticas estrictas para su restricción. Antes de la implementación de la ley antitabaco, las estadísticas mostraban que alrededor del 40% de la población en España fumaba. Después de la entrada en vigor de la ley, el número de fumadores incluso aumentó inicialmente. La proporción de población fumadora disminuyó significativamente tras las enmiendas y el endurecimiento de las medidas de control en enero de 2011, y hoy en día el porcentaje de fumadores se sitúa aproximadamente en el 25%. En promedio, el 27% de los hombres y el 20% de las mujeres en España son fumadores.
La Ley Antitabaco en España es bastante tolerante con los fumadores. Hombres y mujeres fumando, ya sean jóvenes o mayores, caminando por la calle o sentados con un cigarrillo en las terrazas de los cafés, son escenas habituales en España. Los lugares donde está prohibido fumar están siempre señalizados con un cartel que dice «no fumar»/»está prohibido fumar». No se permite fumar en los espacios interiores de bares, restaurantes y otros establecimientos públicos, pero generalmente se habilitan zonas exteriores para fumadores.
La ley que prohíbe fumar en España también impone restricciones en aeropuertos y centros comerciales. Si un centro comercial tiene acceso a una terraza en alguno de sus pisos (por ejemplo, el centro comercial Diagonal Mar en Barcelona), fumar allí está permitido. En este caso, el indicador suelen ser los grandes ceniceros ubicados en la terraza. Cabe señalar que en España se permite fumar únicamente al aire libre. Sin embargo, hay excepciones: está prohibido fumar cerca de parques infantiles, instituciones médicas y educativas.
Multas por fumar en España
Para el fumador que infrinja la ley por primera vez, se prevé una multa de 30 euros. En caso de reincidencia, el importe de la multa aumenta, oscilando entre 600 euros y varios miles. Las multas también se aplican a los propietarios de bares, restaurantes y cafeterías que permitan fumar en el interior de sus locales.
Cigarrillos electrónicos en España
Los cigarrillos electrónicos no tienen tanta popularidad en España como en los últimos años en países vecinos y otras partes del mundo. Sin embargo, el vapeo resulta mucho más económico para los fumadores en comparación con el consumo de cigarrillos tradicionales.
Comprar cigarrillos electrónicos en España no es tarea fácil. Solo se venden en tiendas especializadas, que no son muy numerosas. Esto se debe a que el Ministerio de Sanidad de España ha impuesto restricciones a la venta y publicidad de este tipo de productos. También exige prohibir a los fabricantes y distribuidores realizar campañas publicitarias de cigarrillos electrónicos y accesorios, así como organizar ventas promocionales con descuentos.
Siguiendo el principio de tolerancia, este sitio web publica este material, pero informa a los lectores de que está en contra del consumo de tabaco y advierte que fumar es perjudicial para la salud tanto del fumador como de quienes lo rodean.