Aparcado y olvidado sufrió vandalismo en Roa de la Vega
En Navidad siempre hay historias llenas de emoción y solidaridad. En un ambiente cargado de ilusión y alegría son más los gestos buenos que los malos, pero de vez en cuando ocurren fechorías o «gamberradas» que entristecen y dañan. Esta Navidad muchos viandantes habrán observado que un llamativo coche negro con el techo en rosa, modelo Nissan Juke, estaba «aparentemente abandonado» en el centro de la ciudad de León, concreto en la calle Roa de la Vega. El coche aparcado en una Zona Azul de la ORA ha pasado unas tristes Navidades hasta que ha desaparecido.
Durante días los transeúntes y vecinos observaron como el vehículo parecía triste ante el supuesto «olvido» de su propietario u propietaria. Una multa de la ORA lucía en su limpiaparabrisas, día tras día… Suponemos que la multa iría en aumento, pero el coche seguía ahí con unos faros tristes esperando a su dueño.
Ya llevaba una semana de paciente espera cuando poco antes de Reyes recibió un cruento regalo. Algún desalmado (o desalmada, para esto no hay género) le rompió sin piedad el espejo retrovisor y le dobló uno de los limpiaparabrisas. El dueño ausente, quien sabe si por motivos mayores, ajeno al dolor del pobre coche que aullaba de pena.
Y así siguió varios días más hasta acabar por completo la Navidad. Ayer aún estaba esperando un fin para su «olvido». Esta mañana el coche de techo rosa ya no estaba. Algunos aseguran que su dueña, una pelirroja que había ido a esquiar, se acordó que había olvidado un coche en el centro y acudió presurosa a por él consolándolo cuando lo vio en semejante estado. Otro vecino sin embargo indica que fue un joven moderno quien lo recogió con muchos miramientos comentando que la «fiesta se había alargado». Sin embargo, hay quien afirma que fue la cruel grúa quien se lo llevó esta mañana sin tener cuidado de sus ruedas.
Sea como fuere, el cuento del techo rosa de Roa de la Vega se ha acabado como la Navidad. Esperando que su historia continúe mejor que en Navidad.