El conflicto que desató el caos en el Mercadona más céntrico de León
Eran las 15:00 horas aproximadamente de esta tarde en el concurrido supermercado Mercadona de León cuando se desató un escándalo que dejó a los clientes boquiabiertos y a los empleados con los ojos como platos. ¿La razón? Un simple zumo. Pero no un zumo cualquiera, sino un pequeño envase de néctar de frutas que se convirtió en el epicentro de una batalla campal.
La protagonista de zumo
La protagonista de esta historia que, aunque parezca raro, es habitual porque este no es un hecho aislado, es una mujer de entre 35 y 40 años de nacionalidad española. La chica con paso decidido, entró al supermercado acompañada de un niño, su hijo según ella misma afirmaba. El pequeño, de unos 3 añitos, ocupaba una silla de niño que la mujer paseaba. Hasta aquí, todo parecía normal.
El Incidente
La mujer recorrió los pasillos del supermercado, realizando sus compras. Sin embargo, los ojos atentos de algunos trabajadores no pasaron por alto un detalle: el niño estaba bebiendo un zumo de Mercadona y sin más miramientos, lo había tirado al suelo. Bien, pues el mencionado zumo, todo inocente en su envase, se convirtió en el detonante de una situación que nadie esperaba y que asustó e incomodó a clientes y trabajadores.
El joven de seguridad del Mercadona
El joven de seguridad, un chico educado y respetuoso, se acercó a la mujer en la caja. Su deber era claro: pedirle que pagase el zumo consumido por el niño. Pero lo que siguió fue una tormenta de gritos e insultos. La mujer, visiblemente alterada, llamó al joven “chulo” diciéndole que qué se había pensado y le espetó que no tenía derecho a ponerse así por un simple zumo, otra cosa es que fuera un jamón, y le preguntó qué haría entonces si fuese un jamón. Además, insinuó que económicamente no estaba en su mejor momento y que ella no se había percatado de que el niño lo había cogido, bebido y lanzado al suelo.
A pesar de las incesantes faltas de respeto que la madre tuvo con el trabajador de seguridad, éste siempre mantuvo la calma, sin entrar en polémicas. Insistió en que debían pagar por el zumo. Pero la mujer únicamente gritaba y gritaba mientras metía la mano en su monedero y montaba un espectáculo en la caja, atrayendo la atención de todos los presentes.
Finalmente, se marchó con el niño, y todos se quedaron más tranquilos, pero no fue el final. Tres minutos después, regresó con su enfado e indignación. Y, esta vez, no solo gritó y amenazó al joven, sino que también compartió su versión de los hechos con el mendigo de la puerta que parecía escuchar a la mujer al menos con curiosidad. Y para rematar, llamó a su pareja y padre del pequeño, asegurando que había tenido una movida con el de seguridad y cerrando la conversación con un escalofriante: “Te juro por mis muertos que yo no vi al niño coger el zumo”.
El final inesperado
El supermercado Mercadona de León no esperaba que un simple zumo se convirtiera en el tema del día. Pero las redes sociales no tardaron en hacerse eco del escándalo. El hashtag #ZumoGate se volvió tendencia, y los memes y comentarios inundaron las plataformas digitales. ¿Quién hubiera pensado que un envase de néctar de frutas podría desatar tal tormenta?
En resumen, el Mercadona de León vivió una tarde de emociones intensas por un zumo. ¿Quién necesita telenovelas cuando la vida real nos brinda historias tan curiosas? Y tú, ¿pagarías por un zumo que te dicen que tu hijo ha consumido y tirado pero tú no lo viste? ¿Tiene tanta importancia un zumito de un pasillo si tu hijo tiene sed? Porque no estamos hablando de un jamón como dice la señora. Supongo que haya muchas respuestas y muchas formas de verlo.