Un pequeño pueblo de Castilla y León es el único que habla el idioma de la gacería que tiene unas quinientas palabras
En un pequeño rincón de Castilla y León, en el municipio de Cantalejo, se preserva un tesoro lingüístico único en su especie: la gacería, también conocida como el «briquero». Este idioma, si así se puede llamar, es hablado por los aproximadamente 3.500 habitantes de esta localidad.
La gacería tiene sus raíces en los siglos XII y XIII, durante las fases finales de la repoblación al sur del Duero. Se cree que su origen se debe a la amalgama de hablantes de gallego y del antiguo castellano, junto con influencias del árabe y otras lenguas como el francés y el euskera, debido a la presencia de personas de origen múdejar y la interacción con comerciantes y viajeros.
A día de hoy, la gacería comprende alrededor de 500 palabras, con una pronunciación similar a la del castellano estándar, pero con una semántica peculiar. Una misma palabra puede adquirir diferentes significados según su posición en la frase, lo que ha llevado a algunos expertos a considerarla más como un código lingüístico que como un idioma propiamente dicho.
Este patrimonio cultural único en Cantalejo es un testimonio vivo de la riqueza lingüística de España y de la diversidad cultural que caracteriza a sus regiones.