El misterio del Escorial se abre en el centro de León
«Ni las obras del Escorial creo que duraran tanto» bromean los vecinos de la calle San Agustín en León. Unas obras que no solo afecta a los vecinos, viandantes y conductores. Estas obras que están transformando el centro de la ciudad no están carentes de polémica y quejas. Entre los que no están a favor de la peatonalización, otros que protestan por las ‘baldosas’, la desaparición de aparcamiento… Para colmo vuelve a tener agujeros.
Después de que la calle de San Agustín pasara a convertirse en una gran pista de aterrizaje con posteriores añadidos que adornan y amueblan este espacio público vuelven a aparecer los agujeros como si fueran grandes pozos turísticos. Apenas unos días de la ‘inauguración’ vuelve a abrir el suelo en la confluencia de San Agustín con Alfonso V.
Dicen los entendidos que al final saldrá petróleo o algo similar, otros apuntan a que se va a llegar directamente a Australía -quizá el próximo destino vacacional de nuestro alcalde- y los más peques afirman que hay un tesoro escondido y los piratas de naranja -los trabajadores- lo están buscando. Sea como fuere, San Agustín lleva a convertirse en el nuevo Escorial de León.
Lo cierto es que empezó siendo un pequeño agujero de algunas losas hace un par de días y acabamos la semana con casi todo el nudo de las calles levantado de nuevo. Quizá cuando el lunes regrese la actividad de la semana la onda expansiva llegue hasta Gran Vía de San Marcos y ya no puedan ni cargar los vehículos eléctricos en dos de las escasas plazas de la ciudad -esa es otra historia que hablaremos algún día-.
Y mientras los abuelos observan las obras sentados en los nuevos bancos, los niños miran curiosos al salir del cole, la pregunta es si en este lugar quizá hay un punto de poder sobrenatural. Cualquier día vemos por aquí dando un paseo al televisivo Iker Jiménez en busca del misterio del Escorial en San Agustín.