«A fin de prevenir los efectos dañinos de la tauromaquia en niños, el Comité recomienda que el Estado prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y espectadores en corridas de toros», ha pedido este órgano de la ONU. El miembro del Comité, Gehad Madi, ha destacado este jueves en una rueda de prensa que esta institución «no está en contra de la tauromaquia en general en España, ya que es un evento histórico y cultural, pero usar a niños como toreros es un ejercicio violento». «También es un ejercicio violento si los niños son espectadores de una corrida de toros», ha añadido.
Fue precisamente Madi quien preguntó el pasado 22 de enero a la delegación española por esta cuestión y por las medidas que toma para impedir la participación de niños y adolescentes en corridas de toros, según ha recordado este jueves la Fundación Franz Weber, que trabaja para la conservación de la naturaleza, el patrimonio arquitectónico y los derechos de los animales y tiene su sede en Suiza.
Según esta fuente, el Gobierno español respondió que se trata de actividad reglada que depende de la sensibilidad de las Comunidades Autónomas y que está regulada a nivel estatal en el Reglamento de espectáculos (taurinos) con todas las garantías jurídicas, pero que no son sancionables los hechos descritos por Madi. En este sentido, el secretario de Estado de Asuntos Sociales y delegado de España en la sesión, Mario Garcés, ha explicado que la edad mínima para participar en dichas escuelas es de 14 años y que la tauromaquia es una actividad regulada a nivel autonómico. «Cada escuela taurina y cada gobierno autonómico tiene su propia regulación sobre la tauromaquia», ha asegurado.
No está prohibido que los niños acudan a los toros. La ley de 1991 sobre Potestades Administrativas en Materia de Espectáculos Taurinos no establece limitación alguna a este respecto. El único reglamento que recogía tal prohibición fue el que se aprobó en la dictadura de Primo de Rivera y una norma del Parlamento catalán. Posteriormente, en 1993, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que derogaba la prohibición establecida en 1929.
En mayo de 2014, el Gobierno respondió en el Parlamento a una diputada de Izquierda por Cataluña los Verdes que la ley 18 de noviembre 2013 para la Regulación de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural «garantiza el derecho de todos los ciudadanos al acceso a las diferentes manifestaciones de la tauromaquia». «Como derecho constitucional de todos los españoles, —añadía el Ejecutivo— el acceso a las manifestaciones de la tauromaquia, entre ellas y muy principalmente las corridas de toros, no puede ser restringido en aras a un fin carente de rango constitucional fundamental».
El Partido Animalista (Pacma) ha calificado como «muy positiva» la recomendación que la ONu ha hecho a España. La portavoz de la formación animalista, Laura Duarte, ha señalado que es lo que llevan años reclamando porque la tauromaquia «fomenta la violencia y el ejercicio de la violencia en general, por lo que no puede ser observada por un menor».