30 vecinos y dos semáforos
Es un pequeño pueblo de España perdido en Aragón, en la comarca del Aranda al sur del Moncayo. Su peculiaridad le ha valido entrar en el Libro Guinnes de los Récords. Se llama Purujosa y tiene apenas 30 habitantes censados y dos semáforos. Esta peculiaridad le ha convertido en el pueblo más pequeño del mundo con semáforos.
Llevan dos décadas de funcionamiento y ordena el tráfico de los 200 metros en la calle principal del pueblo en una ladera.
El origen de estos semáforos fueron las discusiones. Antaño había continuas disputas para saber quien tenía que dar marcha atrás, había roces, protestas e incluso el riesgo de caer al precipicio. Por ello se colocaron dos semáforos, uno a cada extremo de la calle.