La justicia de Menores decretó ayer el ingreso en un centro de internamiento de un niño de solo catorce años -es la edad mínima a partir de la cual se le puede exigir responsabilidad penal- que hirió con una cuchilla a su madre tras quedarse sin conexión a Internet. El suceso ocurrió este pasado miércoles.
Al parecer, se produjo una avería y el muchacho no podía continuar ‘sumergido’ en los juegos en red -partidas o batallas on line en las que pueden participar miles de personas desde cualquier punto del mundo-, una actividad a la que dedicaba varias horas diarias, según la fuentes consultadas por IDEAL.
Al no poder entrar en Internet por la persistencia del fallo, el chaval pidió a su madre que le ayudase a restablecer el enlace. La mujer lo intentó, pero no lo logró y dijo que se tenía que ir. Fue entonces cuando su hijo le clavó una cuchilla en la mano.
Poco después, el presunto agresor era puesto a disposición de la Fiscalía de Menores de Granada, que, a diferencia de lo que ocurre en la justicia de adultos, es la institución que instruye e investiga los delitos que cometen los jóvenes de entre 14 y 17 años.
Ayer, el adolescente fue puesto a disposición judicial y, a la vista de los hechos, el magistrado acordó su internamiento en un centro para menores infractores. En este sentido, la prioridad para la justicia es que los expertos en salud mental del establecimiento en cuestión exploren al chico para determinar si perpetró el ataque turbado por la adicción a los juegos en red.
Según las fuentes consultadas, el niño estuvo acompañado por su madre durante su comparecencia y ambos se mostraron muy afectados por lo sucedido. El chico expresó su arrepentimiento y dijo que el incidente no se volvería repetir. No obstante, tanto la fiscalía como el juez consideraron que lo mejor para el presunto agresor y la víctima era el ingreso de aquel en un correccional, donde recibirá los cuidados especializados y la ayuda que precise.
En principio, el ministerio público le imputa la supuesta comisión de un delito de lesiones, algo que dirimirá en el juicio.
En su declaración, el menor dijo ser víctima de acoso escolar, una circunstancia que podría haber desencadenado su obsesión por los juegos en Internet. Lo que está claro es que atacó a su madre tras perder la conexión con la red.