El Monasterio ha logrado el premio más del patrimonio cultural en toda la UE
La restauración de San Pedro de Eslonza, en Gradefes, ha sido galardonado con el Premio Europa Nostra 2023. Un prestigioso premio que poco patrimonio cultural en España ha logrado este premio. La rehabilitación del Monasterio de San Pedro de Eslonza, se le otorgara por la Comisión Europea y Europa Nostra y ha sido para el Monasterio Leones, junto con el del puente de Deba en Guipúzcoa, el único premiadas de España.
El reconocimiento pone en valor la actuación sobre las ruinas del Monasterio de San Pedro de Eslonza, del siglo XVI, que se está consiguiendo poco a poco que junto con las reconstrucciones arqueológicas, así como de consolidación y rehabilitación para que los visitantes puedan deleitarse del paisaje y del monasterio de la época. El proyecto se desarrolló con un estilo de sostenibilidad técnica, económica y social, con el objetivo de garantizar la integración paisajística, la conservación del medio ambiente y la seguridad turística.
El jurado declaró para dar el premio a este monasterio Leones que “se trata de una intervención excelente, mínima y con un diseño de gran calidad”. “Es un ejemplo sólido y equilibrado de cómo acometer la delicada consolidación de una ruina para preservarla y hacer accesible el lugar”. El proyecto también demuestra el potencial del patrimonio para impulsar el desarrollo de comunidades rurales despobladas, como ocurre en la zona.
El Monasterio de San Pedro de Eslonza es un antiguo cenobio benedictino sito en las cercanías de Santa Olaja de Eslonza (al otro lado del río de Eslonza que lo separa del pueblo), en la provincia de León (Castilla y León). Reducido hoy a una completa ruina, fue en su momento el segundo monasterio más importante de la provincia, después del de San Benito de Sahagún. En sus cercanías se localizan otros tres notables monasterios: San Miguel de Escalada, Santa María de Gradefes y Santa María de Sandoval.
Fundado en el año 912 por el rey García I de León, teniendo como cimientos el habitáculo de una ermita dedicada al mártir San Vicente Levita y destruido por Almanzor en 988, fue reedificado por la infanta Urraca de Zamora, hija de Fernando I el Magno, en el año 1099. Urraca, daría al monasterio de Eslonza numerosas donaciones. La primera advocación del cenobio, dedicado a Santa Eulalia y a San Vicente Levita, fue cambiada por la de San Pedro apóstol y San Pablo.