España tiene multitud de destinos interesantes para disfrutar de unos días de asueto. En Semana Santa los días festivos encuentran un destino idóneo en Cantabria. La comunidad cántabra combina un cóctel perfecto en el que paisajes, ocio, playa, nieve, naturaleza y, por supuesto, gastronomía. Santander es una capital cosmopolita con todas las comodidades propias de una gran capital con la tranquilidad relajada del mar. Durante años, Santander fue el destino preferido por la jet set del país y aún conserva ese encanto que enamoró durante años a las grandes fortunas del país. Bien podríamos decir que se trata de una especie de Marbella en el Cantábrico.
Todos los gustos para el mejor destino
Pero no solo se reduce a Santander. Cantabria ofrece multitud de posibilidades. Desde las altas cumbres de los Picos de Europa con localidades tan emblemáticas como Potes hasta las villas marineras como San Vicente de la Barquera. Arenales, playas de ensueño, acantilados, cumbres y paisajes únicos hacen de Cantrabria un destino definitivamente apto para todos los gustos.
En pocos sitios se puede decir que se puede pisar la nieve y la arena de la playa en el mismo día. Esas cosas tan solo se pueden hacer en Cantabria. Así que se convierte en el lugar perfecto para contentar todos los gustos.
Además aderezado con una extraordinaria gastronomía y una variada cultura patrimonial llena de tradiciones. Tampoco faltan la devoción de la Semana Santa, destaca la Pasión Viviente de Castro Urdiales.