El muérdago es una planta llena de significado. La historia del muérdago está llena de mitos y leyendas. Es una planta muy ligada a la Navidad. Es una de las plantas más típicas en la decoración navideña, pero ¿cómo se usa?. La tradición del muérdago en Navidad comenzó hacerse popular en el siglo XVII. Su origen es escandinavo donde los druidas utilizaban esta planta como elemento mágico. En Irlanda, Gran Bretaña e, incluso, en el norte de España era una planta sagrada a la que se atribuían funciones curativas. También era fundamental su poder adivinativo según las creencias.
Era considerada una planta mágica ya que se mantenía verde durante todo el año. Además, las creencias siempre han apuntado a que el muérdago proporciona paz, por este motivo se podía celebrar un matrimonio o dar una tregua de una batalla bajo el muérdago.
Muérdago, una planta mágica
Entrado el siglo XVIII la tradición del muérdago se convirtió más romántica. Entonces comenzó la costumbre de que bajo el muérdago no se podía rechazar un beso, una costumbre muy extendida entre los jóvenes. Esto llegar a ser un buen augurio de una relación estable e incluso un inminente matrimonio.
La creencia es que el muérdago no debe tocar el suelo. Por lo que tiene que permanecer colgado durante todo el año como símbolo de protección frente grandes problemas.
El muérdago debe conservarse todo el año y quemarse el 13 de diciembre del año siguiente para ser sustituido por uno nuevo. El fuego sirve para eliminar los males capturados por la planta. La nueva planta debe de colocarse como muy tarde el día de Nochebuena, 24 de diciembre.
La tradición manda que el muérdago hay que regalarlo. Así que si te lo regalan colócalo en la puerta de entrada, te traerá suerte. También se puede poner en el salón ya que es una zona donde se pasa gran tiempo.