Al presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, los problemas le crecen. Hoy marte el país está sumido en un «parón» general convocada por varios sindicatos del país. Las protestas se extienden en todos los sectores bajo un lema común: aumento de los salarios. Las protestas piden que crezcan los salarios al ritmo de una inflación disparada.
País sin combustible
Hace varias semanas que los disturbios y protestas en Francia a consecuencia del desabastecimiento de combustible se repiten en numerosas localidades. Se han visto imágenes en las que se ha llegado a las manos para poder repostar, colas kilométricas y «cargas policiales» en varias ciudades del país.
El tema no tiene pinta de mejorar y sin duda Macron se enfrenta a unos de los disturbios más graves de su gobierno. A la huelga de las refinerías ahora se suman sectores económicos variados: transportes públicos, colegios, institutos, hospitales, agricultura, sanidad, comercios, puertos… y también las centrales nucleares.
Protestas en todos los sectores
Se espera un día complicado en el país galo y quien haya conseguido llenar el depósito corre el peligro de quedarse atrapado en uno de los muchos cortes de carretera que se prevén a lo largo de esta jornada de huelga general.
Subida de salarios, jubilación a los 60, bloqueo de los precios de la energía y un impuesto a las grandes empresas con beneficios. Éstas son las armas que esgrimen los huelguistas franceses.