El incremento del precio en las facturas de la luz de la hostelería supone tomar medidas excepcionales en distintos bares y restaurantes. Unas medidas que ya ponen en marcha numerosos hosteleros por toda Europa.
El suministro eléctrico en la hostelería se ha convertido en un obstáculo más en la recuperación económica de este sector. Tanto es así, que muchos optan por cambiar la luz por velas en sus mesas. Y si bien hace que la estancia sea más romántica para el consumidor, para el hostelero sigue existiendo un problema.
Las cámaras frigoríficas, las placas de inducción de las cocinas, aire acondicionado en verano, calefacción en invierno, luces que no se pueden suplir con velas y un largo etcétera hacen que ni con estas ideas, la factura de la luz baje. Como es lógico hay situaciones en las que este gasto básico no se puede eliminar. La subida de la luz se ha convertido en un punto más de preocupación para hacer frente al negocio, debido a que no solo no baja, sino que está subiendo cada vez más.
No se puede obviar que, hablando del sector de la hostelería, se habla de negocios, grandes y pequeños, con un recibo energético muy superior al que contaban cuando abrieron su local. Con todo, el sector se resiste a repercutir en el cliente este incremento de precio en la luz, que casi se ha triplicado en el último año, y es por eso que en Italia se pueden ver ya establecimientos con velas en sus mesas.
A todo esto, hay que sumar que las materias primas cada vez son más caras, influenciadas por los costes del trasporte, la gasolina y la escasez de productos, padeciendo este problema, no solo el sector hostelero sino, cualquier persona en su cesta de la compra habitual.
En España ya hay hosteleros desesperados que piden medidas al gobierno para paliar esta situación que si continúa así, obligará a cerrar muchos bares y restaurantes, así como a realizar importantes despidos.