El polémico ‘youtuber’ asegura que lo han echado de un bar y de su gimnasio como respuesta a sus ofensivos vídeos.
Quien juega con fuego, acaba quemándose. Quizás el youtuber Borja Escalona no conoce este refrán, pero tendría que tatuárselo a partir de ahora si tan mal lo está pasando como asegura en su último vídeo. Ocho minutos de llanto sin lágrimas en los que pide perdón, pero también asegura que en España tenemos un problema con el odio. Esto llega después de que su incursión en un establecimiento de Vigo hiciese viral sus malos modales y su acoso a trabajadores.
Días antes había trascendido un vídeo en el que se mofaba y falta al respeto al trabajo de un empleado del metro, pero el nombre de Escalona ha venido ocupando portadas en los últimos días por lo que ocurrió el pasado martes en un local vigués famoso por sus empanadillas, A Tapa do Barril. El youtuber pidió una y se negó a abonar su coste, alegando que «entonces tengo que cobrarte yo esta promoción que acabamos de hacer». Rebeca, la empleada que lo estaba atendiendo, se vio amenazada por él con «una factura de 2.500 euros», en concepto de publicidad.
Intimidando a la chica con las reseñas negativas que sus seguidores podrían poner al establecimiento en las plataformas online, Escalona consiguió el efecto contrario: el vídeo se hizo viral y las redes sociales cerraron filas en torno a A Tapa do Barril, cuyos propietarios también salieron en defensa de su trabajadora. Las críticas alyoutuber se multiplicaron desde entonces, censurando su comportamiento intimidador, pero ahora él ha querido darle la vuelta a la tortilla.
Escalona: «Nos une el odio»
Así, en un vídeo publicado en su canal de YouTube, se ha pasado ocho minutos haciendo pucheros, con la voz entrecortada, asegurando que no estaba preparado«para este vendaval de odio que he sufrido». Ha relatado que, de regreso a Madrid desde Galicia, acudió a un bar con su mujer «y el gerente me ha dicho que no quería indeseables en su local».
Además, asegura que «no me han dejado ir al gimnasio y me han devuelto la cuota mensual».«Creo que España tiene un problema muy grave, que lo único que nos une es el odio», ha considerado Escalona, haciéndose la víctima, por algo que cree «desproporcionado» y que pide que pase «cuanto antes, es terrible». También ha pedido disculpas porque «cuando se comete un error hay que saber reconocerlo», y le ha pedido perdón «a todo aquel que se haya sentido ofendido, España en general y, sobre todo, a la gente de A Tapa do Barril»
Además, decenas de tuiteros han rescatado otro vídeo de él en el que emplea ese mismo tono lastimoso cuando en Forocoches lo estaban criticando. Sin embargo, al final se compone para advertir que el llanto será el mecanismo que emplee para salir de estos embrollos.
Teniendo en cuenta que el youtuber no ha perdido sino ganado seguidores con su polémica, podríamos concluir que el problema que tiene España es que convierte en famoso a cualquiera.
Hemos perdido los valores
A medida que avanzamos de generación en generación vemos como los valores han perdido valor dentro de las sociedades. Vemos como los jóvenes van perdiendo el respeto a sus mayores y como le dan valor a temas tan superfluos como la moda, la vanidad, la superioridad. Perdiendo así, el sentido de cooperación con sus semejantes. Todo esto juega un papel protagónico en la crisis social por la que atraviesa el mundo entero y en especial nuestro país. Debido a los altos índices de delincuencia, violencia doméstica, niños en situación de calle, abandono de personas mayores, tráfico de drogas, de personas y agresión sexual, entre otros tantos males que nos agobian.
Uno de los mayores problemas de la sociedad actual, es que carece o no quiere respetar los valores morales, que representan la guía o el código de reglas que son necesarias para la mejor convivencia colectiva. En consecuencia, si no tratamos de conducirnos en nuestra vida cotidiana, tomando como referencia estas reglas morales o de conducta, estaremos viviendo en iguales condiciones que en aquellas etapas de la historia humana, donde prevalecía la violencia, la inmoralidad, y el libertinaje como forma de vida, sin medir los resultados de tales acciones.
Conductas llenas de odio, egoísmo, violencia e indiferencia ante el prójimo, son nuestro día a día. La razón de esto, quizás sea responsabilidad de nosotros mismos, ya que poco a poco el ser humano se ha deshumanizado, convirtiéndose en una maquina presa del stress diario y aupado por la tecnología dejando de lado el convivir cara a cara con sus semejantes.