Primera ejecución por pena de muerte desde 1980 en Birmania
Birmania es un país asiático situado al sur del continente, limítrofe con China, Bangladés, Tailandia y Laos. El día 1 de febrero del año pasado, se produjo un golpe de Estado con el que Myint Swe pasaría a tomar el cargo de presidente de Birmania. El conflicto surgió entre dos partidos, uno de derecha, que fue el que inició el golpe, y otro de izquierda. En esta disputa se puso en juego el futuro del país, acabando como una lucha entre la ex consejera de estado Aung San Suu Kyi del partido de izquierda, contra Min Aung Hlaing de derecha. Al final, la segunda mencionada fue la ganadora y los opositores fueron sentenciados.
Con este nuevo régimen político, se instauró de nuevo la pena de muerte, la cual se estima que al menos han muerto 113 en el último año, y hay más de 2100 civiles que han muerto en las protestas contra el nuevo poder. En este caso, los gobiernos de los países colindantes, que están en contra de esta práctica, han pedido explicaciones tras la ejecución de 4 activistas que se opusieron a la toma de poder y que estaban a favor del partido perdedor. Los manifestantes habían reclamado su posición a favor de Aung San Suu Kyi, siendo arrestados y llevados al corredor de la muerte, donde fuentes confirman que no tuvieron juicios justos.
Por otra parte, los familiares de los fallecidos alegan que no se les notificó correctamente. Ellos solo pudieron visitarles el viernes y además, solo dejaron a hablar a uno vía online. La población se queda consternada ante tal trato por diferencias políticas y los altos cargos de otros países que desaprueban la pena de muerte, lamentan que hoy en día se siga utilizando la ideología política como excusa para cometer tales actos. Actualmente, Birmania se encuentra como uno de los países más pobres del continente asiático, y con estos conflictos, los países que estaban proponiendo ayudas y acuerdos, han denegado toda intervención.
Los condenados fueron Kyaw Min Yu (ex legislador), Phyo Zeya Thaw, Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw. El portavoz de la Junta, Zaw Min Tun, por su parte, afirma la necesidad de acabar con el problema de raíz y se posiciona a favor de la pena de muerte. Siendo estas 4 muertes, las primeras condenas de presos políticos desde 1980.