Cada día las noticias anuncian la subida de los precios y el encarecimiento de la vida. El incremento del coste de la vida es tal que, a muchos, está pillando desprevenidos. Hay circunstancias en las que es necesario un «esfuerzo» económico extra por algún motivo, por ejemplo el arreglo del coche. Esto es lo que le paso a un joven sevillano que pasaba unos días por León y tuvo que llevar su Jaguar al taller.
El joven que había viajado hasta la capital leonesa en compañía de unos amigos se dedicó a recorrer parte de la provincia mientras visitaban a otro amigo en común. Sin embargo, durante uno de sus viajes su coche falló. Un problema en el embrague, con otros añadidos, fue el dictamen del taller de León al que llevó su vehículo, un Jaguar XF.
El joven no regresó a por su Jaguar
En el taller le presupuestaron el arreglo en aproximadamente 1.300 euros, a lo que el joven no puso pega. También le indicaron que en un plazo máximo de cuatro días el coche estaría listo (ya que contaban con las piezas necesarias).
Llegado el momento de recoger el coche, que coincidía con el de regreso del joven a su lugar de residencia, nadie se presentó en el taller a recoger el Jaguar. Tras varios días de «silencio» y numerosas llamadas por parte del taller, el joven envió un escueto email «pueden quedarse con el coche, de momento no dispongo de dinero para el arreglo». Una escueta frase que finalizaba con un «cordialmente».
Una sorpresa mayúscula se llevaron los trabajadores del taller quienes no comprendían que si el joven (no sobrepasaba los 20) contaba con un Jaguar evidentemente también dispondría de la liquidez suficiente para su mantenimiento (o al menos su familia).
Tras la sorpresa generalizada en el taller los propietarios han contactado con su departamento jurídico para saber la forma correcta de actuar en estos casos. Mientras tanto, el Jaguar espera el regreso de su dueño.