¿Alguna vez has pensado que actividad puedes compartir con tu hijo? ¿Te apetece un momento tranquilo con la persona que más quieres? ¿En qué rutina podéis encajar los dos juntos? Los padres de la actualidad saben, mejor que nadie, lo difícil que es poder sacar tiempo para compartir con sus hijos y también para ellos por otro lado. Es por este motivo, que cada vez son más los que se animan a incluir en su rutina actividades deportivas o físicas que puedan realizar todos los miembros de la familia. Una de esas actividades es yoga en familia. ¿Quieres saber por qué?
La práctica de yoga en familia es, probablemente, una de las mejores opciones para compartir tiempo de calidad entre padres e hijos. Una oportunidad única para mejorar el vínculo familiar y afectivo, aprendiendo unos de otros.
¿En qué consisten las clases de yoga en familia?
Las clases de yoga en familia son clases pensadas para todos los miembros de la familia. Se puede comenzar a practicar desde edades muy tempranas, incluso siendo bebés.
La programación de cada una de estas clases cuenta con actividades muy dinámicas y creativas. Están pensadas para que, tanto los adultos como los niños, obtengan los beneficios de la práctica del yoga, mientras disfrutan de una clase con su familia. Las familias que practican yoga juntos consolidan los vínculos afectivos, generan más confianza el uno en el otro y trabajan con su cuerpo. Todo, en un ambiente divertido, relajado y diferente. Además, a diferencia del yoga para niños, es una actividad pensada para todos, los niños y los adultos participan en las clases de forma activa. Yoga en familia favorece, no sólo el propio equilibrio mental y físico, también la armonía familiar y la unión.
¿Cuáles son los beneficios del yoga en familia?
- FOMENTA HÁBITOS SALUDABLES EN TU HIJO.
Los niños adquieren una rutina compartida, algo imprescindible para autorregularse. Los hábitos de limpieza y orden antes de entrar y salir de la clase también están presentes en las clases de yoga en familia. Además, la práctica deportiva es muy saludable en la vida de los niños, integrando en su rutina hábitos que ayudan a llevar una vida plena.
- MEJORA LA FORMA FISICA DE LOS NIÑOS.
Tanto el yoga en familia como el yoga para niños tienen muchos beneficios en el ámbito físico. La flexibilidad, la fuerza, el equilibrio son sólo algunas de las facetas que se ven aumentadas con la práctica del yoga. En las sesiones de yoga en familia os daréis cuenta de cómo, ambos, os estáis beneficiando en todos estos aspectos. De hecho, pasado un tiempo de práctica, notarás el cambio en todos estos aspectos. Tradicionalmente, la práctica del yoga, tiene como objetivo mejorar la salud física para poder desarrollar otros aspectos de la vida.
- CREA UN ESPACIO DE CONEXIÓN ENTRE LOS DOS.
Los niños no solo valoran que pases tiempo con ellos, sino que sea tiempo de calidad. Podemos estar con nuestros hijos y mirando el móvil a la vez. Con tiempo de calidad me refiero a que disfrutéis de vuestra compañía. Tiempo de calidad donde practicáis yoga y os divertís juntos. De esta forma estáis creando un vínculo afectivo, lleno de confianza y amor. Además, se amplía el conocimiento de uno sobre el otro y el conocimiento de sí mismos.
- AUMENTA LA ATENCIÓN Y LA RELAJACIÓN.
Hablando desde un plano más emocional, se trabajan técnicas de respiración para ayudar, tanto a mayores como a pequeños, a salir airosos de los momentos de tensión, ansiedad o enfado. Cuando conocemos nuestras emociones y porqué son provocadas, la respiración nos ayuda a mantener la calma y además son ejercicios sencillos y prácticos para poder llevarlos a casa y sacarlos así de la esterilla.
Por otro lado, la atención en el momento presente, la claridad mental y la concentración son aspectos básicos que se trabajan en todas las clases de yoga. El mindfulness para niños o en familia, es una técnica con la que complementar la práctica del yoga.
- DESARROLLA VALORES FUNDAMENTALES.
El yoga en familia puede ayudar a los niños a superar algunos asuntos como la timidez o el aislamiento, ya que no sólo trabajamos en familia, sino que también hay cooperación dentro del grupo. Además, ayuda a despertar el amor y el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Poder trabajar las posturas de yoga en familia fortalecerá el respeto, el esfuerzo y la colaboración, desde una edad muy temprana. Se trabaja con intereses reales de las familias y de los niños, lo que resulta muy interesante para todos. Además, mejora también la comunicación y la empatía, aspectos fundamentales para tener una vida plena y satisfactoria.
Algunos consejos para empezar con la práctica del yoga con tu hijo
Como ya he explicado, en yoga en familia se da prioridad a fortalecer el vínculo y la comunicación entre padre/madre e hijo, por lo que las posturas de yoga que se practican se adaptan a ambas edades y niveles, y se realizan fundamentalmente en parejas, donde hay comunicación verbal, emocional y corporal. Se utilizan herramientas de unión como, mirarse a los ojos, coordinar la respiración, masajes entre otras muchas.
Es importante que todo lo aprendido se traslade como algo habitual a vuestras vidas. Incorporar lo aprendido en los gestos diarios hará que los más pequeños lo integren con mayor facilidad. Con esto, me refiero a que puedes resolver un conflicto entre hermanos con la respiración, o utilizar una relajación antes de un examen, por ejemplo.
Para que a los niños les llame la atención la práctica del yoga en familia, es necesario que sea divertido. Es por esta razón que, en este tipo de clases, prima la creatividad y la imaginación.
¿A qué esperas para coger tu esterilla y compartirla con tu hijo? No lo pienses más y disfruta de las clases más divertidas en la mejor compañía. Si has probado alguna sesión de yoga en familia cuéntanos tu experiencia, tus dudas o tus sugerencias en los comentarios. ¡Es genial leerte!