En su día fueron elemento indispensables para la sociedad y actualmente son restos de una tecnología obsoleta abandonada en calles plazas. Hablamos de las cabinas telefónicas. Cierto es que, el año pasado, Telefónica anunció que estos elementos irían abandonando progresivamente calles y plazas. Pero lo cierto, es que a día de hoy, son decenas las que nos podemos encontrar en cualquier ciudad.
En León son muchas aún las que acumulan suciedad ofreciendo una imagen deteriorada además de afear la ciudad. Lo cierto es que es difícil recordar a alguien usando una de estas cabinas y, actualmente, es prácticamente imposible, ya que la mayoría están inservibles.
Resulta un paradigma comprobar como en Inglaterra miman sus míticas cabinas hasta el punto de convertirlas en un atractivo turístico. En León, como en otras muchas ciudades, no son más que la herencia olvidada de una generación.
Estos elementos del mobiliario urbano están condenados a desaparecer, pero hasta entonces bien podrían dar otra imagen o incluso una visión nueva. Un lavado de cara limpiándolas y quizá adornándolas con algún elemento vegetal serían una buena opción. En algunos lugares han reutilizado estos elementos como puntos de canje de libros. Cualquier cosa antes que encontrarlas como un «pegote» en nuestros barrios.