Ecologistas de «Rebelión Científica»arrojan pintura roja en la Puerta de los Leones del Congreso en protesta por la Ley de Cambio Climático.
Los miembros de este movimiento se habían sentado en las escaleras, pero han sido inmediatamente retirados por los agentes de Policía, que les han trasladado a la Plaza de las Cortes. Ellos no han opuesto resistencia pero han tenido que ser casi arrastrados por los agentes.
Este grupo forma parte de Extinction Rebellion, financiados por organizaciones como la Open Society Foundations .
Los miembros del movimiento Extinction rebellion, que son más activos en otros países europeos que en España, defienden su razón de ser bajo el lema "La vida en la Tierra está en crisis. Nuestro clima está cambiando más rápido de lo que los científicos predijeron y hay mucho en juego: pérdida de biodiversidad y de cosechas, colapso social y ecológico, extinción masiva. Se nos acaba el tiempo y nuestros gobiernos no han actuado. Extinction Rebellion se formó para actuar frente a esta crisis climática".
Los manifestantes, muchos de ellos vestidos con batas blancas, que aseguraron ser doctores, catedráticos, funcionarios, miembros del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y otros organismos públicos, lanzaron líquido rojo (pintura roja acrílica) en las escalinatas y las columnas de los leones del Congreso y trataron de exponer sus reivindicaciones mediante un megáfono: «Nuestro planeta está ardiendo», decía mientras la Policía Nacional les desalojaba de las escalinatas.
A la protesta se ha unido el diputado de Unidas Podemos Juan Antonio López de Uralde; Gabriel Rufiá, de ERC, y varios diputados más de Unidas Podemos, Bildu, la CUP y Más País. López de Uralde comentó junto a los protestantes que «el cambio climático es gravísimo» y supone «una situación de extrema gravedad». «Hay que actuar», comentó, antes de destacar que la acción llevada a cabo frente al Congreso fue «no violenta». «Yo lo he hecho en muchas ocasiones y me parece que es adecuada», añadió.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, había salido del edificio pocos minutos antes y, tras lo ocurrido, en los pasillos de la Cámara Baja se comentaba un posible fallo de seguridad. De hecho, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, salió del hemiciclo para ser informado por la comisaria del Congreso de lo ocurrido en las afueras del edificio.
Contenido del manifiesto
Durante la acción se repartió un manifiesto en el que se podía leer: «Somos personas pertenecientes a la comunidad científica rebelándonos ante la inacción política frente a la crisis climática y ecológica. Nuestros avisos no han sido escuchados, por lo que debemos pasar a la acción. Somos la Rebelión Científica. El último informe del Panel Intergubernamental de Expertas para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU es claro: las consecuencias del cambio climático son irreversibles y nos enfrentamos al mayor reto de la historia de la humanidad».
«La comunidad científica llevamos décadas documentando la crisis climática y la extinción acelerada de la vida en la Tierra. Hemos advertido sobre las olas de calor extremo, los incendios cada vez más frecuentes, las inundaciones y las sequías, y sobre el colapso de los sistemas alimentarios. También sobre el sufrimiento de miles de millones de personas como consecuencia. Pero no ha sido suficiente. Los compromisos de reducción de emisiones del Estado español en su Ley de Cambio Climático son demasiado bajos y llegan tarde. La inacción política es criminal. Ya solo nos queda rebelarnos»