La costocondritis es un síntoma que aparece más tarde que otras dolencias y suele ser poco frecuente. Los síntomas que se le atribuyen a la COVID-19 suelen ser pérdida de olfato, fiebre, cansancio, tos persistente, congestión, afonía, dolor de garganta, etc. Pero a medida que avanza el tiempo, y se va conociendo más sobre este nuevo virus, se van conociendo más síntomas que en muchas ocasiones se pasan por alto.
La costocondritis había pasado desapercibido hasta ahora porque es un síntoma poco frecuente de la COVID-19. No solo se trata de un síntoma que aparece muy pocas veces, sino que también aparece más tarde que otras dolencias, por eso hasta el momento no se había relacionado con la enfermedad.
¿Qué es la costocondritis?
La costocondritis es un dolor agudo que se siente en el pecho, pero que no tiene que verse como algo grave aunque en un primer momento nos alarmemos. En varias ocasiones los pacientes han confundido la costocondritis con un infarto cuando el dolor ha llegado a ser muy intenso. Los investigadores relacionan este síntoma con el COVID-19 porque muchos de los pacientes contagiados lo han sufrido.
Básicamente, la costocondrítis es una inflamación en el pecho, concretamente del cartílago que une las costillas al esternón y, debido a eso, se siente un fuerte dolor en el pecho que desaparece al cabo de los días sin necesidad de tratamiento concreto. Hay casos en los que este síntoma puede durar semanas o meses.
¿Cómo se trata?
Normalmente no se necesita un tratamiento específico porque desaparece solo con el paso del tiempo, aunque cabe la posibilidad de que los médicos recomienden analgésicos o antiinflamatorios, como por ejemplo el ibuprofeno, pero siempre bajo la recomendación de un profesional.
Inés Alonso