Una joven ha sido agredida bajo sumisión química, que consiste en la utilización por los agresores de sustancias químicas para anular la voluntad de la víctima, y cometer la agresión. En las últimas décadas y debido al incremento de los delitos contra la libertad sexual contra las mujeres, son más frecuentes estos tipos de delitos y sobre todo, en mujeres jóvenes.
Los casos de sumisión química se han ido incrementando en los últimos años
La sumisión química se define como la administración de sustancias químicas a una persona, sin su consentimiento y sin su conocimiento, sustancias con efectos psicoactivos, con el fin de modificar su estado de consciencia, su comportamiento o anular su voluntad, estado en el que cualquier persona puede ser víctima, de cualquier tipo de delito.
En los últimos años, este fenómeno ha adquirido una notable relevancia por el incremento de los casos y está teniendo una importante repercusión social y sanitaria, tal y como se recoge por E. López Hidalgo, Médico Forense en el Servicio de Clínica, UVIVG. IML y CCFF Málaga, en «Sumisión química. Guía informativa para adolescentes y jóvenes» , donde se establece, que el caso típico es el de una mujer joven que ha consumido bebidas alcohólicas y que se despierta en un lugar desconocido, semidesnuda, sin saber bien qué le ha ocurrido, con la sensación de haber tenido algún tipo de relación sexual sin su consentimiento.
Alba fue agredida por sumisión química
Y esto mismo es lo que ha ocurrido a Alba (nombre ficticio), de 30 años, que fue violada después de que alguien la dejara inconsciente con alguna sustancia. La joven ha declarado haberse despertado mareada, semidesnuda y con marcas en el cuerpo. «Lo último que recuerdo es ir al baño de la discoteca y de golpe encontrarme a metros de distancia del local. Me pregunte asustada ¿qué hago aquí?».
Alba despertó a las 6 de la mañana, estaba sola y no sabía lo que le había pasado. No llevaba nada encima ni móvil ni cartera y en la discoteca tampoco tenían su mochila. Muy confusa acerca de lo que le había ocurrido, acudió a pedir ayuda a casa de una amiga. Al llegar al hospital donde fue examinada, le realizaron distintos tipos de exploraciones y análisis, y al consultarle acerca de lo que le había ocurrido, la joven declaró, «cuando me preguntaron qué me había pasado les contaba la historia como si la hubiera visto desde fuera. Estaba completamente disociada”.
La joven recibió medicación de todo tipo, además de la píldora del Día Después a modo preventivo y se sintió en todo momento arropada por su amiga y por el personal clínico. En los resultados de las analíticas, no se encontraron restos de droga, pero sí que había indicadores suficientes para determinar que había sido violada por sumisión química. Alba tenía arañazos en pecho y espalda, moratones en la zona de la mandíbula y en los brazos y ha decidido denunciar la agresión » para conocer los resultados y dejar constancia de la magnitud del problema, de todas las violaciones que no llegan a conocerse nunca».
El programa de Atención Integral de Agresiones Sexuales del Hospital Clínic, con 30 años de experiencia, ha publicado un estudio del año 2021, donde establece que un 30 % de las mujeres que atendieron, presentaban indicios de intoxicación.
Consejos para evitar ser víctima de sumisión química
Desde la Guía informativa “Sumisión Química, Guía informativa para adolescentes y jóvenes”, nos dan una serie de consejos para evitar que las jóvenes puedas verse afectadas, por ésta situación:
- No consumir bebidas alcohólicas ni drogas
- Vigilar lo que se bebe y se come
- Prestar atención mientras sirven la comida o la bebida
- No dejar la bebida y la comida abandonada
- Desconfiar si te ofrecen comida y bebida que tu no has pedido
Mar Morais