El Gobierno automatizará las inspecciones de trabajo a partir del día 1 de Enero de 2022, para agilizar la detección de irregularidades y fraudes en el entorno laboral, y llevar a cabo las inspecciones, sin necesidad de la intervención de los inspectores de trabajo.
Para ello el Gobierno utilizará un software que aplicará las utilidades de la inteligencia artificial y la recopilación de datos a gran escala de Big Data, herramienta que podrá abrir actas sancionadoras a las empresas, tras analizar la información sin que intervenga ningún inspector, lo que mejorará la persecución del fraude.
El Gobierno automatizará las inspecciones pretendiendo mejorar las condiciones laborales
El País, ha publicado que ésta medida forma parte del Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), que pretende mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, ya que en el BOE se establece que «el Plan Director por un Trabajo Digno, aprobado por el Consejo de Ministros el 27 de julio de 2018, supuso un giro cualitativo en la actividad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Así, si en la etapa anterior la Inspección había estado centrada de forma prioritaria en la lucha contra el fraude y la economía irregular, ahora ponía el foco en la recuperación de derechos laborales y la mejora de la calidad del empleo».
Esto conlleva que será mucho más fácil, al digitalizar el proceso, poder localizar a todos los empresarios que no ofrezcan unas condiciones dignas a sus trabajadores o que estén cometiendo algún tipo de fraude, hechos que antes podían pasar más desapercibidos, pero no a ojos de la inteligencia artificial.
El gobierno aún no ha declarado qué actuaciones van a ser automatizadas
El Gobierno automatizará las inspecciones pero el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social aún no ha aclarado qué actuaciones serán susceptibles de dichas automatizaciones, lo que ha generado cierta intranquilidad entre los empresarios. Los expertos afirman que el software detectará los errores más comunes y fácilmente rastreables, como fallos en registros de contratos, en altas o bajas de empleados, en el cumplimiento de los límites de horas de trabajo, pasando los inspectores a ocuparse, de los asuntos más complicados. Habrá que esperar hasta que se determine más claramente en qué casos el Gobierno automatizará, las posibles sanciones de trabajo.
De ésta forma los inspectores de trabajo sólo serán necesarios cuando, los sancionados muestren su disconformidad, o antes posibles casos de errores, en los cuales ellos realizarán un nuevo análisis de cada caso. De confirmarse, los denunciados tendrán que pagar el importe íntegro de la multa, sin reducción de su importe del que se podrían beneficiar, si la abonan poco tiempo después de la denuncia. Además en octubre pasado, se incrementaron en un 30% el importe de éstas sanciones, por eso a partir de ahora ésta nueva medida contribuirá a evitar en mayor medida, que los empresarios actúen al margen de la ley o del bienestar de sus trabajadores.
Mar Morais