La Consejería de Sanidad comenzará este lunes, 7 de noviembre, la campaña de vacunación frente a la gripe, que se extenderá hasta el 23 de diciembre y para la que se dispone de 672.000 dosis, 462.000 con adyuvante y otras 210.000 trivalentes inactivadas.
El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, presentó esta campaña, en la que las fechas planificadas se han adaptado, en base a recomendaciones técnicas y científicas, a las ondas epidémicas de presentación del virus gripal durante las últimas temporadas, que se han retrasado, y a la bonanza climatológica de lo que va de otoño, lo que no solo tiene repercusión en la circulación viral, sino que tampoco anima a los ciudadanos a acceder a la vacunación.
A diferencia de otros años, en esta campaña no se administrará la vacuna frente al neumococo, ya que la Consejería estudia mejoras en esta vacunación, que desestacionalizará y cuyas novedades se presentarán en unos días.
La vacuna de la gripe alcanza su mayor capacidad inmunizadora a las tres semanas de su administración, por lo que la armonización entre las fechas de la campaña y las de las últimas ondas epidémicas permitiría mayores niveles de protección antigripal.
A lo largo de estas siete semanas, la población que tiene recomendada esta medida preventiva podrá vacunarse escalonadamente tras pedir cita previa, para lo que el consejero ha hecho un llamamiento, ya que la vacuna tiene demostrados efectos positivos.
Los colectivos a los que se aconseja la vacunación son adultos y niños mayores de seis meses con enfermedades crónicas; personas con discapacidad y/o déficit cognitivo (Síndrome de Down o demencias); niños y adolescentes de entre seis y 18 años que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe; personas con obesidad mórbida (índice de masa corporal superior a 40); y mujeres embarazadas, en cualquier momento del embarazo.
También tienen recomendado vacunarse quienes residan en instituciones cerradas como centros geriátricos y de asistencia a enfermos crónicos, disminuidos psíquicos, entre otros; trabajadores sanitarios; personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo y cuidadores y convivientes con estas personas; servicios esenciales para la Comunidad tales como bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Protección Civil, entre otros; trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el medio ambiente; y personal de educación, especialmente de guarderías y de centros de Educación Infantil.
Las personas que conforman los grupos de riesgo sanitario y social que tienen indicado vacunarse y aquellos a los que así se lo recomiende su médico podrán acceder a la vacuna a través de su centro de salud o consultorio local.
En el caso de pacientes hospitalizados, podrán ser vacunados durante su estancia en los hospitales y si se trata de personas institucionalizadas en centros de atención a personas mayores o de asistidos, la vacunación se realizará por medio de los profesionales de Primaria de Sacyl en colaboración con el personal de esos centros.
Igualmente participan en la vacunación centros sanitarios privados, servicios médicos propios de instituciones sociosanitarias, centros penitenciarios, servicios de prevención de riesgos laborales y mutuas. Todo ello con el objetivo de garantizar el acceso a la vacunación de toda la población.
El acceso ciudadano a la vacuna frente a la gripe a través de Atención Primaria se recomienda que sea de forma escalonada a lo largo de las siete semanas de campaña y siempre tras la oportuna solicitud de cita previa.
La Consejería ha recordado que la vacunación antigripal es primordial para los enfermos crónicos, ya que les protege de los posibles agravamientos y complicaciones que en sus patologías de base provoque la gripe, por lo que es fundamental que se inmunicen ante la enfermedad.
También es conveniente insistir en la vacunación de los profesionales sanitarios y sociosanitarios no solo como medio para su autoprotección y al de su entorno más cercano, sino también como compromiso social y medida preventiva para evitar la transmisión del virus a los pacientes a los que atienden y a los que la enfermedad podría agravar sus patologías previas.
Asimismo, la Junta desarrollará una campaña de vacunación específica dirigida a los empleados de la Administración autonómica.
La Junta de Castilla y León ha adquirido, para dar soporte a la campaña 2016 de vacunación frente a la gripe, 462.000 unidades vacunales con adyuvante y otras 210.000 dosis de vacunas trivalentes inactivadas, que hacen un total de 672.000 presupuestadas en 2.820.854,40 euros.
Las vacunas antigripales con adyuvante se emplean, mayoritariamente, para la población de 65 años en adelante, ya que se trata de una formulación especialmente elaborada para mejorar la respuesta inmunológica frente al virus en personas que normalmente la presentan baja. Por su parte, las 210.000 dosis de trivalentes inactivadas se destinan a población de entre seis meses y 64 años.
Por provincias, Ávila cuenta con 48.100 dosis; Burgos, 85.000; León, 107.630; Palencia, 40.870; Salamanca, 79.810; Segovia, 39.000; Soria, 24.480; Valladolid, 122.280; y Zamora, 53.980. Además de las 70.850 dosis que se mantendrán en reserva, y que se distribuirán a demanda de las diferentes provincias si fuera necesario.
E.press