Tramitaban beneficios a falsas víctimas de violencia de género
La Guardia Civil ha desmantelado una red que tramitaba beneficios (permisos de residencia y rentas), a falsas víctimas de violencia de género.
- Como resultado de la operación se ha detenido a 22 personas y se ha investigado a otras 23.
- Las parejas fraudulentas las constituían un varón y una mujer en situación administrativa irregular.
- Se han obtenido indicios que señalan la constitución por la red investigada de un total de 22 parejas investigadas como fraudulentas.
- Las mujeres que captaban pagaban la cantidad de 4500 euros, de los que entre 1500 y 2000 euros iban para el varón que simulaba el delito.
La Guardia Civil en el marco de la operación “SIN FLOW”, ha detenido en las localidades de Vícar, Roquetas de Mar, El Ejido y Adra, a 22 personas. Como presuntos autores de los delitos continuados de denuncia falsa y simulación de delito y delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Además están investigado a otras 23.
También se ha practicado un registro en el domicilio de uno de los detenidos situado en la localidad de Vícar. En dicho domicilio han intervenido abundante documentación que están analizando los investigadores.
El inicio de la investigación
La Guardia Civil inició la investigación en el año 2019, al detectar una irregularidad por parte de los agentes de la Comandancia de Almería. Esta consistía en un incremento significativo en las denuncias por violencia de género desde el último trimestre de 2018. Dichas denuncias presentaban elementos y patrones comunes, y sospechaban de que se trataba de hechos falsos.
Patrón común detectado
Los numerosos casos que conformaban el aumento de denuncias citado tenían el siguiente patrón común:
1.- Víctima con situación administrativa irregular en España.
2.- Autor español, la mayoría con antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y actas-denuncia por tenencia y consumo de drogas.
3.- El desconocimiento mutuo entre la pareja sentimental. La pareja solo conocía el nombre y número de teléfono de la otra persona, desconociendo su domicilio. Tampoco sabía su oficio, lugar de trabajo, o gustos y aficiones, familiares ni ningún dato más.
4.- Autor y víctima manifiestan ser novios, no matrimonio, sin convivencia, con una relación de entre cuatro y seis meses de duración.
5.- Respecto a los autores, un número importante que no residían ni tenían ninguna vinculación con la provincia de Almería, viniendo muchos de ellos de la localidad de Hellín (Albacete).
6.- Un número importante de las víctimas residían en la localidad de Las Norias.
Simulación de agresiones en la vía pública
Los casos que cumplían con el patrón detectado, se observó una similitud entre ellos en el modo en el que se cometía la agresión:
1.- Se produce en un lugar público, con testigos, en horario de afluencia de personas, normalmente durante la tarde, bien en plena vía pública bien en el interior de un establecimiento de hostelería.
2.- La localización de las lesiones es siempre similar, lesiones leves, hematoma pequeño y arañazo generalmente en ambos brazos.
3.- A la llegada de la Guardia Civil, el autor siempre reconoce la agresión, lo hace de forma expresa, sin dubitaciones, generalmente es él quien llama la atención de los Agentes informando que ha pegado a su pareja.
Los beneficios que obtenían de las víctimas
La red desarticulada contaba con una estructura sólida en el poniente almeriense, lugar donde captaban a las mujeres. De ellas partía todo el montante económico con el que se sufragaban todos los gastos y pagos. Además el lugar al que trasladaban a los hombres para hacer las simulaciones, siendo éstos generalmente de fuera de la provincia, muchos de ellos de la localidad de Hellín (Albacete).
La red se valía de la situación administrativa irregular en España de estas mujeres para acercase a ellas. A ellas les ofrecían a cambio de 4500 euros, la obtención del permiso de residencia legal en España por circunstancias excepcionales así como el acceso a las ayudas económicas establecidas para estas víctimas.
A los hombres, todos ellos con múltiples antecedentes policiales y consumidores de sustancias estupefacientes, la posibilidad de obtener una suma de dinero de entre 1500 y 2000 euros por prestarse a ello y facilitar el que fueran detenidos.
De este modo tramitaban los beneficios a las falsas víctimas de violencia de género.
Miguel Riesco